CUENTOS
El Nodo
Como un Nodo, existe tal vez en un punto de la vida, de la historia personal un momento en el cual convergen de distintos puntos intocables, suponiendo así que no se trata de algo "armado" por un especie de "ser superior", voces que en uno, forman un conjunto, un todo, una decisión.
Basándonos en que la mera existencia del ser es un enigma y, poniéndonos un poco Nihilistas, algo totalmente arbitrario. ¿Quién puede decirme los modos y tiempo de duración que debe tener una vida? O acaso ¿a alguien le importa discutir eso?
En casos puntuales suele suceder que el interés deviene de un apego por razones personales directas. Familiares, amigos, mascotas, etc.
¿Como definir o diagramar o en todo caso entender cual es el ciclo de vida de uno?
Si uno, como una revelación, entiende que existió una lógica que continua y uno es participe de esto, actor que modifica la línea del tiempo, ese viajero del tiempo que en la prehistoria pisa una flor e inmediatamente cambia el futuro. Si uno obtiene esa lógica, ¿debe tomarla como válida? Como absoluta? Porque seria inevitable mirar el futuro y verse viejo con un pasado totalmente vacío. Vacío si es que uno no pudo vivir la "línea" de vida que creía la correcta, o si uno quiso y no le fue permitido. ¿Es bueno, o tiene sentido envejecer sabiéndose ya fuera del camino? Entendiendo que no hay un fin, ¿podría esa cabeza funcionar? O en tal caso si uno pudo obtener una forma de respuesta sobre el sentido de la vida y no puede ejercerla, ¿sirve continuar el cuento?
La sombra de Enero
"...y voy a dormir la siesta con una sombra de enero, pa que despierte mi niño mientras camino mi sueño..."
El aire huele a vainilla, por esto noto la ventana a mi derecha semiabierta. La cortina hace apenas un vaivén y las espigas de trigo en ella impresas parecen cobrar vida. Cierro los ojos y el ondulante trigal se convierte en pan entre mis manos. El calor del verano tan presente en su corteza le da vida y ya no estoy meciendo un pan, sino más bien un niño. Un niño de ojos hermosos y risueños gestos, centella al reír como el cielo, de este enero, en este ensueño.
Abro los ojos, el niño se vuelve promesa y mis manos ansían firmar juramento. Juramento de hacer en la vida lo suficiente bueno para tener aquel niño de trigo, de mis sueños. Ya sin papel bastará un bordoneo, quizás un arpegio y el rasguido encantador, dejare en mi guitarra el ensueño, de la sombra de enero que despierte su amor.
Jorge y María
El diario del día anterior en sus manos le daba la ilusión de un espejo. Él no estaba leyendo en detalle, solo repasaba los títulos a destiempo. La lluvia que se anunciaba en el papel para el día de mañana ya se derramaba en los vidrios y a cada repique precipitado el tic tac del reloj sobre el cuadro respondía serio.
No es vida esto de saber de antemano lo que ocurrirá. La predictibilidad de las acciones, lo cíclico, la rutina.
El chiste, la tira cómica, lo vuelve a hacer sonreír. Y es que el humor, como los momentos lindos es grato de recordar. Pero como en el diario, en la vida, ocupa un ínfimo lugar.
La lluvia nos acobarda, "quisiera saltar del sillón y escapar de esta jaula" pensaba, e imaginaba el barrio desde el cielo, ser una gota, un instante que no tenga mayor propósito que caer y así servir, para algo, para alguien. Quizás en esa angustia personal había arrastrado a quien ya no amaba pero no sabía cómo salir, la piedra pisa la flor, y esta sobrevive allí.
La pava silva, el vuelve del pensamiento. Ella estará en la cocina preparando ese té que él le pidió solo para no tenerla cerca por un tiempo. Hoy debería poder, es necesario correr y gritar el dolor del encierro. Él se abalanza hacia la cocina y ella lo mira desde una taza. La piedra se agiganta, la flor gime, y el coraje de la libertad desaparece, se enfurece consigo mismo y solo puede escupir una frase: "¿No vas a darme el té?". María baja la Taza y con una mirada encendida y compasiva a la vez le dice "José estoy decidida a divorciarme". Una ráfaga mueve la piedra, la flor vuela, el la abraza, agradece, y se va.
Día y noche
Ella Venia con la noche a sus espaldas, y yo con el Día atrás mío, quiso un pequeño lapso de inconsciencia cruzarnos, ella quedo ciega con la luz, tropezando, arrastrando a sus compañeros en su caída atroz; yo desconcertado, estuve quieto un rato. Luego me di cuenta que tanta luz a mis espaldas se impregno en mi piel, y así con una tenue luz, apenas brillando pude ir reencontrando mi diáfano camino. Lo que te diezma no es el presente, siempre es el pasado.
Espero
Solo espero un trueno que delate el rayo que sacudió mi ser. Solo espero hallarme el alma y llevarlo al alba para renacer. Solo espero...y quizás sea esa la cuestión.
El Juicio
En algún lugar de Buenos Aires, un Juicio poco común se está llevado a cabo, soy el protagonista y propio abogado, por lo cual comenzaré a tomar las declaraciones...
YO
No logro recordarlo bien, ¿era sábado?, ¿miércoles?, talvez lunes... eso no importa realmente.
No suelen importar estas cosas a quienes, por ejemplo, no tienen trabajo, o a los que están en el campo, o de vacaciones, o por lo general a los que les comento mis relatos. Y aunque tal vez esto sirva para que entiendas, no lo creo demasiado necesario ahora mismo. No obstante la situación y tu postura lo reclama, así que solo relaja tu mente, olvida las normas físicas, matemáticas, químicas, orgánicas, astrologicas, astronomicas, religiosas y razonables que tengas y presta atención a mis fortuitos testigos:
TESTIGO 1
Cierto es que una mañana, hermosa por cierto, de centellantes haces de luz y crepitantes hojas de otoño estaba esperándote boyando en agua hirviente, desprendiéndome de algo que realmente no es poco... la esencia... mi esencia..., un especie de jarabe al que fui confinado, la que he guardado en mis entrañas con tanto empeño.
Estaba viendo mi interior fluir.
Nadie mira su interior, nadie prueba escuchar lo de adentro, esta bien, en parte lo entiendo, se que es difícil entender y cuando se entiende difícil de afrontar las acciones a las que nos confina ese entender.
Por lo menos, yo, estaba muy entusiasmado con esto. Lo demostraba poniéndole de nombre a esta esencia mil palabras con mil letras, para hallarle el bendito sentido, si hasta conseguí mi sexta vocal y nuevas reglas ortográficas de tanto buscar y buscar.
Cree una poesía de ella, hablaba de tiempos, de siembra, vientos, plagas, de lo que cuesta su cosecha y de lo que jamás se pudo cosechar.
Pasado un tiempo le puse melodía, realmente no eran muchas notas, digamos que me anime a darle un Si a Mi Sol y me descubrí cantando una singular canción, llena de armonía, casi perfecta y de un delicioso sonido. Luego la repitieron hasta el cansancio todos mis compañeros de caja, -porque de hecho estaba en una caja...- si, de cartón, con pequeños calados en la parte frontal y aparatosos separadores del mismo material en su interior. A veces necesitamos estar privados de libertad para descubrir nuestro contenido.
Estos compañeros, que tal vez hayan tenido su propia canción, su propia poesía, sus propias palabras y hasta su propia esencia, compartían la caja conmigo, aunque apretados, un tanto alegres.
Así se volvió realmente poco privada mi canción, aunque no por eso dejo de ser especial, a la vez q no mereció ningún tipo de descontento de mi parte. Y debo confesar que algunas melodías ajenas me eran muy agradables y deliciosas, pero como debe ser, mi vida se depositaba solo en mi canción.
Y todo esto ¿para qué?! Para que me termines bebiendo llamándome con un irritante monosílabo! ...
Oh! Una luz!...
Es raro, en verdad, como se siente flotar así... mi espalda caliente, mi frente fresca....emm o, o talvez era mi espalda, o era mi frente?
Bueno, eso tampoco importa realmente. Total lo relevante ya no es mi cuerpo sino mi esencia, mis sueños, mi poema y mi canción, destiñéndose en el agua como tinta en el papel...
TESTIGO 2
Me encontraba descansando en un lecho de hojas grises.
El sol removía las manchas oscuras de los últimos rincones por limpiar, eran las 7 de la mañana...o las 8? Es que esta nueva posición, asumida luego de esa fortuita patada que me arrojo tiempo atrás a este sitio, no me permite ver el reloj de la iglesia, con sus manecillas de bronce y cuerpo de hierro pintado negro mate que resalta notablemente el brillo de las manecillas y que tanto gustaba ver por las tardes rojas del viejo barrio. Hay personas que también se detienen a mirar el reloj, pero no con el mismo propósito que el mío, o mejor dicho, con un propósito especifico, ya que yo solo lo miraba por darme el gusto de ello. Mientras que ellos solo gozaban su utilidad.
Jugaba, también, con las nubes, claro que ellas no querían jugar conmigo.
Tienen un carácter singular no hay dudas, de a ratos son buenas, me bañan y dan sombra, pero hay días que desaparecen y me dejan indefenso ante el malhumorado febo. Febo es un tema aparte sobre el cual no me explayaré ya que no es mi intención cansar ni hacer extensa mi historia. Me limitaré a decir que nuestra relación nunca fue buena y punto.
Yo admiraba las nubes como un ángel a su protegido, pero ellas pasaban y me mostraban formas realmente extrañas, me mostraban el mañana, la vida, cosas poco divertidas y poco tangibles...por no decir: nada tangibles.
Así que arme de paciencia mis instantes y seguí su curso, un tanto por seguir y otro por ver si al verlas ayudaba a desarmarlas y rearmar dibujos que satisfagan mi diversión por algún momento.
Realmente no me gustan las cosas inmateriales, son misterios resueltos, problemas anestesiados, nadie quiere un problema latente porque si...o...alguien acaso quiere saber como se ve el final del mar? Alguien quiere saber que se siente volar? Yo creo que no. No creo que alguien necesite saber tamañas cosas para continuar con su vida.
Si me importa el mañana? para nada! estaré igual que ahora, inmóvil, anónimo, duro y frío, salvo cuando ocurre el episodio de las nubes malas y Febo, claro está.
Mejor me envuelvo en mi gris tapado, sigo esperándote, y continuo con mi siesta matinal....o vespertina? Nocturna talvez?
TESTIGO 3
Cierto es que nadaba en el aire, juntando libertad, o libertades, o robando la libertad que se escapa en suspiros de la gente allá abajo.
La ciudad esta llena de suspiros, simplemente se escapan para buscar el cielo, ora entre las nubes, ora entre la brisa, para regresar a su origen: "el infinito"
Ahí es entonces, donde las atrapo. Y las guardo en mis alas, una tras de otra. Yo se que ellos me ven y ansían su libertad atrapada por mi, talvez me odien, yo soy feliz!, y eso es lo que realmente importa. Aunque quisiera saber quien estaría atrapando mi libertad en este momento...
Si contará con mis siete plumas doradas...o solo necesitara una?
Son cuestiones de poco interés para quien no puede ver la rutina diaria desde el cielo, en cambio a mi me fascina saber que siempre hay alguien que lo esta observando a uno en sus quehaceres.
Puede que esto me dé seguridad a la hora de la muerte, ya que sabre que no fue en vano, que alguien preparó mi destino y espero este momento para acercarme otra vida a mi ser.
Hoy, sentí que mi alma quería decidir un destino, redimir una vida, cambiar un universo en un acto...pero pasó algo más que eso, y realmente no creo que vuelva a repetirlo. Solo esperaré que el que me observa a mi sea mas inteligente y obre distinto que yo.
YO DE NUEVO
Escuchadas las palabras de mis eventuales, y particulares, testigos voy a contarte mi versión de los hechos.
Es así que esa tarde, mientras estaba esperándote en el bar de Nilda a la hora acordada: rayando el aire un pájaro en vuelo fugaz, impulsado por una aparente sensación divina y salvadora, buscó la piedra mas aburrida de la vereda que enfrenta la iglesia, la mas dispuesta a dejarse llevar sin resistirse (por el simple hecho de no creer en el mañana, en el amor y los sueños) , y la lanzo hacia mi taza. en la que reposaba un Té, ese Té deliberadamente especial y único, manchándome por completo la camisa.
Quedé atónito por la coordinación de los eventos y avergonzado por el estado de mi ropa. Así que me fui del bar para cambiarme, y aunque volví ya nunca más te encontré.
No es que no te quise esperar, simplemente, en ese instante de la vida... la naturaleza conspiro contra mi destino.